El inquilino




            Cómanse la cena que ya es bastante tarde!
   - Pero Máma si son apenas las 10 y queremos ver televisión! , es Sábado y aún no tenemos sueño, les respondimos mi hermana y yo.
 - Sucede que nosotros con tú papá tenemos que salir, es por acá cerca, es más, es la casa de enfrente, donde don Julio . replicaba mi madre.
Bueno, si es así mamá no se preocupen nosotros les cuidaremos la casa! mientras nos mirábamos de reojo con mi hermana.
No se trata de eso, mañana es Domingo y pensamos salir donde tu tío Juan.  Este lugar era el lugar preferido de mi familia, solíamos juntarnos todos los familiares a compartir. Fue un lugar muy agradable en mi niñez, se juntaba mi abuelita y por supuesto el tió Juan y la Tía Gladys, con mis primos y parientes, haciamos de todo; desde tirarnos agua con tarros, hasta desarmar el auto de mi tío. Eran buenos tiempos...
      Bueno al final nos fuimos con mi hermana a dormir, mis padres estuvieron hasta como a las once, esperando que nos quedaramos dormidos, cosa que nunca pasó. Hasta que al final salieron y apagaron la luz. En la penumbra de la noche soliamos conversar hasta altas horas con mi hermana chica, ella en su cama y yo en la mía.
      Pronto los ruidos comenzaron a despertar, teniamos un comedor de piso de madera que quedaba a mas o menos cuatro metros de distancia, parte del comedor de nuestra casa. Nuestra casa está ubicada en la Villa Francia, ex San José de Chuchunco. en la comuna de Estación Central. Es un lugar con un clima agradable, muy húmedo en invierno, originalmente lleno de chacras repletas de hortalizas y vegetales que con el tiempo fueron terminándose. Cuando desde el año 1969 estos lugares fueron entregado para habitar, casas de madera que con esfuerzo se han mantenido con el pasar de los años.
      El piso de madera rechinaba cuando cuando alguien caminaba, esa noche no había nadie y comenzaron los ruidos, ya estábamos algo acostumbrados a los ruidos nocturno, pero esa noche fueron más intensos que de costumbre.
 - Escuchas Ingrid? me preguntó en la oscuridad
- si, hay alguíen en el comedor, le dije y aparece que tiene bototos.
Esta dando vueltas alrededor de la mesa de centro .
-si, tengo miedo Danilo, yo igual pero pronto pasará le respondí.
El ruido se hizo más intenso hasta que acabó.
 Esperando que siguiera nos volvimos a dormir. Cuando de improviso un miedo invadió la habitación , mi hermana dormía y lentamente sentí un escalofrío que aun recuerdo, me cubrí la cabeza con la frazada y mi corazón comenzó a palpitar a mil por hora. sentía que algo o alguien se acercaba. Como un rayo se dejaron caer sobre mi cabeza, era una mano, mientras mi corazón se salía por la boca, rezaba e imploraba que parase. se depositó alrededor de 20 segundos sobre mi cabeza. Estaba congelado , no podía hacer nada, sólo rezar. En ese instante se me vinieron miles de recuerdos e imágenes y el miedo me tenía absorto.
  Cuando se retiró, un gran alivio me invadió, pero aun no quería salir . Todo estaba oscuro y no me atrevía a mirar, poco a poco fui calmándome e incorporándome a la realidad, me senté y en medio de la oscuridad, una luz fugaz entró tras la cortina , eran mis padres que venían llegando de su jolgorio. me miraron algo extrañados y luego se incorporaron a dormir.
Nunca pude entender que fue lo que aquella noche llego hasta mi hogar, nunca pude recuperarme del todo, nunca más las noches fueron las mismas y el recuerdo tampoco. En las noches de invierno los ruidos se confunden con las gotas de lluvia y nuestro inquilino nocturno aparece de vez en cuando reflejado por la luz de los postes de la calle a través por la ventana...quien será o quién puedo haber sido...esa es la pregunta que siempre me hice y aún sigo preguntándome.

(Nota : esta es una historia real )





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